Arévalo al 6700, entre Bolivia y Provincias Unidas, es una calle tranquila de barrio Belgrano en Rosario. Poco después de las 19 del miércoles Jorge Alberto “Kaki” Muñoz, ex jefe de la barra brava de Colón
, y su compinche José Alberto “Cordobés” M. llegaron en un Renault Kangoo patente AE 125 UJ a las puertas de una concesionaria de autos, con toda la fisonomía de ser un depósito y sin cartelería que la presentara como tal, que funciona en el lugar desde hace 9 meses.
Un local que, en ese lapso de tiempo según indicaron fuentes de la investigación, fue allanado al menos una vez por una fuerza federal con resultado negativo según explicó uno de los empleados del lugar. Los recién llegados eran “Kaki”, quien usaba una gorra blanca y bordó, y “El cordobés”. Dejaron estacionada la Kangoo con la trompa al portón de ingreso y caminaron un par de metros hasta un Mercedes Benz color negro, donde esperaba el dueño del lugar junto a un empleado, consignó en el diario La Capital el periodista Leo Graciarena.
“Los heridos venían a comprar un auto. Estaban analizando. Sé que algo de dinero tenían. Se ve que estaban con intenciones de comprar un auto. Vinieron a ver si conseguían un precio y pasó lo que pasó”, contó Marcelo, quien en el momento del ataque había ingresado al negocio para preparar mate. Fue en ese interín que una moto se estacionó a centímetros del Mercedes, el acompañante bajó y disparó contra los santafesinos. A “Kaki” lo impactó en espalda y abdomen; a “El cordobés” lo hirió en el tórax y brazo izquierdo; y el dueño del lugar aprovechó la confusión y escapó hacia el interior de la concesionaria. Fue tan vehemente, que chocó con Marcelo en la puerta del lugar cuando salía a ver qué había pasado. “Fue una ráfaga de tiros. Para mí, un cargador entero. Me quise asomar y justo se asomó mi patrón y se desmayó”, contó el hombre.
“Cordobés” fue trasladado por una ambulancia del Sies al Clemente Alvarez; mientras que “Kaki” fue conducido al hospital Centenario. Ambos quedaron internados graves en estado reservado. En la escena del crimen fueron incautadas 3 vainas servidas calibre 40 (levemente más grande que la 9 milímetros). El sicario no se llevó nada. Los heridos conservaron sus pertenencias y cuando personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) abrió la Kangoo de los santafesinos se topó con una bolsa en la que había 697 mil pesos y 19.200 dólares.
¿Para qué era el dinero? El empleado Marcelo dijo que era para la compra de un auto. Los investigadores entienden otro escenario: “Todo hace inferir que venían a comprar droga. Y que los entregaron. Los agarraron como se dice en la jerga regalados. Hoy la cocaína no se compra en plata nacional. La cocaína solo te lo venden en dólares papel cash. Son 19 lucas gringas de podes llevar 3 kilos de buena pureza para estirarlos 4 o 5 veces”, explicó un vocero de una investigación que recién comienza.
Fuente: Uno Santa Fe