El dolor de la hija de Oscar Baños: “Hay un asesino que nos arruinó la vida y está suelto caminando por la calle”

Así lo expresó Griselda Baños, hija del comerciante asesinado a puñaladas en barrio Belgrano. “Queremos que lo detengan, que haya justicia y que no salga nunca más”, relató con tristeza.

El asesinato del comerciante jubilado de 73 años en barrio Belgrano, Oscar Baños, convulsionó a la sociedad santafesina, conmocionó a los vecinos y amigos y destruyó a una familia por completo. “Queremos justicia y que no salga nunca más”, sentenció   Griselda Baños, la hija de Oscar.

Consultada por el transcurrir de los días siguientes al asesinato de su padre y el carácter de prófugo del asesino, Griselda manifestó: “No entendemos el por qué, tenemos mucha bronca, rabia, dolor, impotencia de saber que el asesino está suelto y que mi mamá está destruida”.

“Día a día duele más su ausencia de saber que no lo vamos a tener nunca más por un hijo de su madre que le arrebató la vida, de ahora en adelante va a ser difícil seguir viviendo. Nos arruinó, nos cambió la vida para siempre, lo que queremos es justicia y que no salga nunca más”, remarcó con tristeza.

En relación a la postura de la familia ante el accionar de las fuerzas del orden, Griselda puntualizó: “Nosotros nos enojamos con la justicia y con la policía que hizo todo mal, que esperaron que mi papá muera para peritar al negocio y recoger las pruebas. Ahora no sirve de nada porque mi papá no va a volver. Tenemos que tener fe y confiar en la justicia que haga las cosas bien”.

Con respecto a la ronda de reconocimiento fallida que dejó como saldo la libertad de la persona detenida que era sospechosa de haber cometido el asesinato del comerciante, la hija de Oscar Baños destacó que “desde el primer momento sabíamos que quien agarraron no era el asesino por los rasgos descriptos por los testigos”.

“Si llega el momento de una audiencia no se como voy a reaccionar, soy un ser humano al que le asesinaron al papá. Si estoy enfrente del asesino quiero hacerle lo mismo o peor de lo que le hizo a mi papá. Yo no quería ir a la ronda de identificación y mi mamá fue quien me dijo que vaya”, continuó.

“Tenemos mucha incertidumbre para saber como se sigue, dejamos en manos de los abogados para evaluar los pasos a seguir. Nosotros no sabemos ni para que lado salir ante una situación como esta. Ahora quedamos solos con mi mamá, mi hermano y yo tratando de sobrellevar esto que duele cada día más, eso es lo que tengo más en claro”, concluyó con el recuerdo vivo de su padre y el deseo de que se haga justicia.

El caso que conmocionó a toda una ciudad

La muerte de Oscar Baños se produjo la tarde del martes 14 de marzo en el nuevo hospital Iturraspe tras agonizar casi tres días. Se trató de un homicidio en ocasión de robo con un agravante único, porque la víctima, un día antes le había dado un plato de comida al sujeto que lo atacó 24 horas después a puñaladas y le produjo la muerte.

Esa mañana del domingo 12 de marzo, Oscar Baños de 73 años, que colaboraba en la atención del mercado barrial de calle Alberti al 3.000 en barrio Belgrano, propiedad de su hija, había terminado de atender y recibir al panadero cuando ingresó un muchacho al que Baños le había dado comida el día anterior. Súbitamente, quien ingresó como cliente y que fue asistido con bondad por la víctima en la jornada del sábado, la emprendió a puñaladas contra el comerciante para robar la caja registradora del local comercial y escaparse.

Baños sorteó el ataque criminal que lo dejó completamente ensangrentado y cruzó la calle hasta la casa de su hija pidiendo auxilio. Ella y su marido trasladaron a su padre en el automóvil particular hasta el nuevo hospital Iturraspe. Cuando llegaron, los médicos de la Emergentología lo examinaron en el shockroom para pacientes en estado crítico y constataron que presentaba seis puñaladas punzocortantes en el abdomen, una en el pulmón y otra en el cuello. Lo compensaron con asistencia respiratoria mecánica y con transfusiones de sangre y lo operaron de urgencia. Después, en estado delicado, lo trasladaron a la unidad de terapia intensiva, donde quedó internado hasta su fallecimiento el martes por la tarde.

La noticia revolucionó al barrio, a los amigos y vecinos, que espontáneamente es misma noche de martes se manifestaron frente a la despensa pidiendo por justicia y seguridad. Algunas pocas horas después, la Policía detuvo a un sospechoso del asesinato de Baños en la zona de barrio San José. Se trató de Gabriel Alejandro Sosa de 32 años apodado “Copete”, quien había sido condenado a 13 años de prisión por ser el asesino de Cristian Iván Díaz, de 18 años, a mediados de octubre de 2009.

Un día después, el jueves por la mañana, Griselda y Fernando, los hijos de Oscar Baños, fueron recibidos por autoridades del Ministerio de Seguridad quienes le dieron a conocer el estado de la causa y la investigación. Ambas viraron su curso 180 grados 24 horas después, cuando el viernes se conoció la noticia de la caída y fallo del reconocimiento de testigos sobre el único aprehendido por el asesinato del comerciante, Gabriel Alejandro Sosa de 32 años, apodado Copete, que llevó a la fiscal de Homicidios, Ana Laura Gioria, a dejarlo en libertad. Además, ese mismo día se frustró la realización de la audiencia imputativa prevista.

 

 

FUENTE UNO

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