Ya sea puro queso, de frutos de mar o vegetariana, la tabla merece ir acompañada de copas que resalten el sabor de sus ingredientes, y para eso hay opciones clásicas y no tanto.
El mejor modo para elegir la bebida es prestarle atención a la textura y el sabor de los ingredientes de la tabla. Si, por ejemplo, la picada no tiene fiambres sino sólo queso, se puede elegir la bebida entre los vinos blancos.
“Los quesos suaves y quesos de cabra, al poseer alta acidez, maridan bien con vinos blancos. Una buena opción puede ser el Sauvignon Blanc, Chardonnay o Pinot Gris. Los quesos azules combinan muy bien convinos dulces cosecha tardía o fortificados“, enumera Basso.
La picada de frutos de mar, en cambio, puede ser una mezcla de sabores y texturas compleja que marida muy bien con vino blanco -y no tanto- de todos los estilos.
“Una excelente opción son el Chardonnay, Viognier, Tocai Friulano, Pinot Gris, los rosados y espumantes“, explica el socio fundador de la vinoteca.
Para los amantes de la vida sana y los cultores de la dieta vegetariana también hay opciones para acompañar sus picadas “de la huerta”, siempre y cuando no lleven gran cantidad de espárragos, huevo o limón, ya que estos ingredientes se pelean con el gusto del vino.
Se puede optar por vinos tintos ligeros, que sean fáciles de beber y sin demasiada tanicidad para no tapar los sabores”. ¿La recomendación segura? Las cepas Malbec, Merlot, Syrah, Pinot Noir y Carmenere.
“En el caso de vinos blancos una buena opción es el Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Gris y Riesling. Si se usan especies (en la comida), al ser en general bastante invasivas, se necesitarán vinos más intensos como el Syrah o el Cabernet Sauvignon“, resume.
Fuente: Minuto UNO