El “Pistolero” cortó una sequía de 14 años y se quedó con el Torneo Apertura a una fecha del final. El 4 a 1 ante Ateneo aseguró la 11ra. estrella para los de Ciudadela.
Gimnasia y Esgrima se consagró campeón del Torneo Apertura de la Primera División “A” de la Liga Santafesina, al golear por 4 a 1 a Ateneo en un reñido encuentro que le costó resolver en el trámite mucho más de lo que marca el resultado final.
Lautaro Obregón abrió el marcador a los 8 minutos de la primera mitad y Esteban Pereyra amplió diferencias a los 20’. Pero Ateneo llegó al descuento a los 21’ del complemento y puso en jaque la victoria “pistolera”; hasta que, sobre el final, la visita aseguró el resultado con dos tantos de Leonardo D’Alesandro, a los 44 minutos, y Lautaro Jara, a los 47’.
La victoria le permitió al elenco de Exequiel Marini -en su primera experiencia como entrenador- dar la vuelta olímpica sin depender de otros resultados. A una fecha del final, Gimnasia logró así su 11° estrella en el fútbol grande liguista y cortó una sequía de 14 años sin títulos, después del obtenido en el Apertura 2005.
RÁPIDA VENTAJA
El conjunto mensana salió decidido a sentenciar el torneo y no sorprendió que se pusiera en ventaja rápidamente. Ateneo arrancó desconcertado ante un rival ambicioso que le ganó la mitad de la cancha y complicó con la audacia de sus dos hombres de ataque, Pereyra y Obregón, quienes entre los dos se repartieron 18 goles y fueron piezas clave en la obtención del título.
Brian Spero se hizo patrón de la mitad de la cancha recuperando y haciendo jugar a su equipo. Él asistió a Obregón en el primer tanto, con una pelota larga en la que el delantero le ganó al arquero y después definió sin contratiempos con el arco libre. Y pudo haber convertido el tercero, con un zapatazo de larga distancia que se fue al lado del palo mientras un adelantado Ignacio Lovera sólo hacía vista.
A esa altura el “Perro” Pereyra -la figura de la cancha- ya había convertido el segundo después de que Obregón se la descargara de primera y tras aguantar con toda su experiencia la marca de un defensor para luego definir suavemente de pierna zurda.
Los primeros 45 minutos fueron todos de la visita, que se fue al descanso justificando plenamente la victoria. Ateneo apenas inquietó con un remate de larga distancia de Martín Degrave, que complicó al arquero Joaquín Luján, y con un cabezazo desviado de Juan Chiaraviglio, que a pesar de entrar por sorpresa por el segundo palo no pudo conectar bien un preciso centro de Federico Lerman.
APRETÓ ATENEO
Nada hacía presagiar que Ateneo pondría en aprietos al puntero como terminó ocurriendo en la segunda parte. Tal vez los nervios le jugaron una mala pasada al “Pistolero” y el cansancio puede haber hecho lo suyo.
FUENTE: ellitoral.com